Simplemente “ESENCIAL”, así describiría con una palabra al Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza. La visita al museo de ciencias naturales es tan interesante como estimulante . Resulta ser una agradable experiencia para realizar en familia.
Por un lado, la extensa colección de paleontología consta de cientos de miles de fósiles (la mayor parte de ellos encontrados en Aragón) que han sido cuidadosamente clasificados y ordenados para ser presentados ante los visitantes. Entre otras, cabe destacar el cráneo del cocodrilo marino más antiguo y completo de toda la península ibérica, encontrado en Ricla durante los trabajos de prospección para la construcción del AVE.
Por otro lado, la colección Longinos Navas consta de más de 400 animales naturalizados., la cual representa una muestra significativa de la actual vida en la tierra. Imposible destacar una sola pieza, ¡hasta los insectos más pequeños resultan intrigantes! Quizás, si miro a través de los ojos de un niño, la leona puede ser una de las piezas más llamativas, o al menos eso me ha trasmitido mi hijo de 5 años: se ha quedado boquiabierto al verla ¡y ha vuelto atrás varias veces para observarla de nuevo!
En cuanto al precio, la entrada y la audioguía son gratuitas, pero viendo todo el trabajo que hay ahí dentro un donativo no estaría de más, una cabeza de dinosaurio os lo agradecerá con una sorpresa.
En definitiva, un museo en pleno centro de Zaragoza que no os podéis perder.